MADRID / 2017
El proyecto se emplaza en una trama urbana de alta densidad, en el barrio de Pinar de Chamartín, Madrid, en una edificación residencial construida en 1969.
Antes de la intervención, la vivienda se desarrollaba en estancias muy fragmentadas con recorridos muy largos y angostos. Teniendo como resultado, una vivienda disfuncional y poco vividera.
El proyecto nace con idea de reorganizar el programa, de manera práctica y de acuerdo a las prioridades del cliente. Se toman como premisas, la orientación de las estancias, el menor número de particiones y un recorrido entre las estancias más fluido.
El cliente comunicó su programa de necesidades, compuesto por cuatro dormitorios, cuatro baños y estancias comunes más amplias y luminosas.
La intervención parte de la reubicación de la entrada a la vivienda, para generar un eje central entre la zona de día y la zona de noche, convirtiendo así, al estar comedor en la articulación de la misma. Esta estancia junto con la cocina, se orientan a sureste para conseguir mayor intensidad lumínica y más horas de luz. Por otro lado, los dormitorios a noroeste para conseguir una luz más homogénea.